1-. AVANZAR ES ACEPTAR
La falta de aceptación de cualquier situación comienza en un acto de pereza, de comodidad y complacencia. Cuando nos volvemos perezosos para aprender, para aventurarnos en lo nuevo y en los cambios que la vida trae, nos fastidiamos y frustramos. La cura contra la pereza es la VOLUNTAD para poder avanzar, EL CONOCIMIENTO para saber hacia dónde estamos yendo, y LA DISCIPLINA para no dejar de caminar más que el tiempo mínimo y necesario para descansar.
2-. SER COHERENTES (pensar - sentir - actuar)
Tendemos a traicionar nuestra propia verdad con tal de agradar a las demás personas. No decimos ni hacemos aquello que nos gustaría decir o hacer. A veces por temor, otras, para evitar conflictos o bien, para seguir gozando de algún beneficio o comodidad. La peor parte llega cuando, a pesar de haber querido agradar al otro, esa otra persona nos "decepciona"; no hace o dice lo que esperábamos. Viene la frustración, la ira, la negación y con todo ello la falta de aceptación. Se necesita madurez para no caer en la transigencia ni esperar que otros sean transigentes con nosotros.
3-. CONFIANZA
En cualquier momento tenemos la elección de entrar en las aguas de la vida y flotar, o luchar y remar contra corriente. A veces es necesario confiar en la vida, aunque no entendamos cuál es el propósito de lo que nos toca vivir. No querer controlarlo todo, nos ayuda a poder aceptar a los demás y a las situaciones negativas.
4-. SABIDURÍA Y MADUREZ
Sólo cuando logramos vaciarnos, de rencores, prejuicios, caprichos, celos, envidia y otras emociones negativas, es cuando nos predisponemos a lo fresco y lo nuevo.
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