Mi trabajo como profesional comenzó en el año 2008. Pero lo
cierto es que mis experiencias y curiosidades surgieron en mis primeros años de
vida.
Ya de pequeño solía ver ciertas "energías",
algunas agradables, otras muy feas. Por suerte, para mi familia estos temas "espirituales"
o "energéticos" no eran ajenos, aunque tampoco los comprendían como
para explicarme qué era cada una de esas "cosas" que yo veía.
A lo ochos años de edad tuve una experiencia bastante
fuerte, que marcó un antes y un después. A partir de ese momento comencé a
indagar más al respecto.
En los años siguientes tuve acceso a literatura de Rudolf
Steiner. Leí sobre los temperamentos de las personas, los chakras, las
energías, el poder de la mente, de los pensamientos. Otros textos sobre ángeles
y arcángeles. Me interesaban los libros referidos a curaciones a través de la
mente.
Cerca de los dieciocho años entré en conflicto entre el
mundo material de tercera dimensión y el mundo espiritual. Las experiencias que
yo había tenido eran demasiado fuertes para dejarlas libradas a cuestiones
azarosas, universales, místicas o religiosas.
Tres años más tardes dí con el Instituto Argentum en la
Ciudad Autónoma de Buenos Aries, en donde se enseña la Ciencia Psicofísica. Fue
la primera vez que pude saber qué y por qué había tenido todas esas
experiencias de chico, que nunca cesaron. Además, con práctica, desarrollé las
técnicas necesarias para poder "manejar" ese mundo energético que
tanto llamaba mi atención y que era parte de mi vida.
Tres años después terminé la carrera recibiéndome de Técnico
Psicofísico y comencé a trabajar, atendiendo pacientes, en los gabinetes del
Instituto Argentum. El trabajo que realizaba lleva el nombre de Armonización
Psicofísica que consiste en equilibrar los campos energéticos de las personas
(campo físico, emocional e intelectual) obteniendo resultados positivos y
sorprendentes desde la primera sesión. Una parte primordial de este trabajo
consiste en la neutralización de energías externas (intenciones psíquicas de
terceros) que contaminan los campos energéticos del paciente. Cuando se
neutralizaba este tipo de "envíos energéticos" los resultados eran
realmente increíbles; pero aún yo no estaba conforme.
En el siguiente año (2009) trabajé en gabinete particular y
en otro, junto a la Dra. médica y antroposófica J.M. en CABA.
Aún insatisfecho emprendí mi viaje a Capilla del Monte en
donde pude compartir mis experiencias y conocimientos con gran cantidad de
personas a las que agradezco su inmensa ayuda. Ahí pude comprender (algo que ya
sabía pero que aún no lo había experimentado) que cuando uno está equilibrado,
firme, seguro, decidido, no existe energía externa que pueda
"voltearte". Entonces me dije a mi mismo: "Mientras no haga los
cambios internos necesarios, siempre que haya una energía externa me va a
alterar y producir malestares de todo tipo".
Fue en aquel viaje cuando me regalaron mi primer mazo de
cartas Tarot Osho Zen. Estas cartas (a diferencia del tarot tradicional)
describen las situaciones presentes del aquí y ahora. No sirven para realizar
tiradas predictivas. Otorgan claridad sobre los
cambios que uno tiene hacer, ante cada situación, para poder
"crecer un paso más" y salir de esos círculos en los que repetimos
los mismos errores una y otra vez.
Luego de estar viajando durante un año, regresé a CABA para
organizar mis cosas y mudarme a los pocos meses, a la ciudad de Mar del Plata
ubicada en la provincia de Buenos Aires.
Viajaba una vez por mes a CABA para atender a mis viejos
pacientes.
Comencé a dar conferencias para expandir mis conocimientos
tal como yo los había estudiado y, sobre todo, experimentado.
Finalmente, realicé un curso a distancia de Flores de Bach,
en el Instituto Argentino de Flores de Bach, ubicado en Lomas de Zamora, Buenos
Aires, alcanzando el tercer y máximo nivel que me certifica como Terapeuta
Floral y Facilitador de Técnicas Psico-Homeopáticas de Bienestar.
De esta manera puedo atender a mis pacientes de forma
integral neutralizando las energías externas nocivas, activando el sistema
energético interno, otorgando claridad, confianza y seguridad a través de las
cartas del Tarot Osho Zen y complementando con las Flores de Bach para que el
trabajo sea preciso, efectivo y rápido.
Son mis propias inquietudes y circunstancias de la vida las
que me llevan a seguir investigando y, a medida que lo hago, dispongo de más y
mejores herramientas para ayudar y aprender de las personas que me rodean.
No hay comentarios:
Publicar un comentario